¡Un suspiro más, y el 2015 se terminó, chicas!
Estuve repasando mis lecturas del año y descubrí que leí apenas un poco más de la mitad que el año pasado.También noté que fue el año que más libros abandoné y fueron muchos más los que ni siquiera llegaron a cautivarme más de dos capítulos.
No fue un buen año de lecturas... y eso ustedes también lo fueron comentando a lo largo del año.
Si tengo que rescatar lo que me dejó el 2015 debo comenzar con la trilogía MI ELECCIÓN de Elísabet Benavent.
Me encanta esta autora porque sabe construir las emociones que promete el género en el que se las clasifica. El erotismo es sublime, pero además, siempre hay un sentimiento femenino, maduro y profundo que convierte sus obras en algo inolvidable.
Luego llegó el esperado estreno de la película de Cincuenta sombras de Grey. No fue buena, pero todas estuvimos alucinadas con la experiencia.
Dentro de mis más adictivas lecturas aparecieron dos fantraducciones (esas que no me gusta leer) y fue la trilogía Duda razonable, la primera que me encantó. Luego descubrí The Bourbon Kings y me volví loca. No veo la hora de que la autora publique el segundo libro... ¡En el idioma que sea!
La trilogía que me voló la cabeza fue Love me with lies y atesoro todas las emociones que experimenté con cada uno de los libros que la conforman.
El boom literario del 2015 fue sin dudas, La chica del tren, una lectura vertiginosa y original que recomiendo a todas, aunque no suelan leer ese género.
Dentro de las comedias románticas, la que más disfruté fue Ligar es como montar en bici, una deliciosa y creativa novela que me hizo reír en cada capítulo.
Pero lo más importante de este 2015 donde hubieron tantos fiascos es que, como siempre, fueron dos autoras las que me devolvieron las ganas de leer luego de algún libro espantoso que abandoné.
Una de ellas es Susan Elisabeth Phillips, que este año publicó en español Los héroes son mi debilidad, una novela preciosa. Pero también Campeona! y Como en una montaña rusa fueron otras dos genialidades escritas por ella que en este año me llenaron de felicidad.
La otra salvadora es Linda Howard y si tengo que elegir uno de los libros que leí este año me quedo con Sombras en el crepúsculo, aunque todos los que devoré fueron perfectos.
La grata sorpresa, casi a fin de año, fue Fragmentos, una novela original y adictiva que se lee de principio a fin sin parar.
Lo menos positivo del año fue sin dudas "Tras las huellas del lobo", la segunda parte de "Los tres nombres del lobo" (una novela excelente), Grey... de E.L. James, arruinando la trilogía Cincuenta sombras y "La chica de los ojos color café", la cuarta entrega de la serie Travis de Lisa Kleypas.
Si esperaban que mencionara a Megan Maxwell, ni siquiera me molesté en leer sus novelas nuevas, solamente me castigué con "Pídeme lo que quieras y yo te lo daré", pero ni siquiera vale para ser considerado malo. Es un chiste de la autora, la editorial y el universo mismo.
Ahora sólo queda esperar unas horas a que el 2016 comience. Por lo pronto, ya les aseguro mi futura lectura, cuando a finales de enero se publique "Martina con vistas al mar" de Elísabet Benavent.
Esperemos que en doce meses, mi anuario 2016 sea mucho mejor que este y tengamos libros inolvidables para comentar.
Por mi parte, les deseo a cada una de ustedes un buen fin de año y que puedan construir el 2016 que ustedes sueñan y desean.
Que tengamos un nuevo año amoroso, alegre, simpático y manso. ¡Con salud y mucha felicidad!
Como siempre, gracias por estar acompañándome desde siempre...
Se las quiere mucho, Gaby.-