Querida Oportunista,
Pensaste que lo podrías arrebatarlo de mi lado, pero perdiste.
Ahora que es mío voy a hacer todo para retenerlo. ¿Dudas de mí? Tengo todo lo que se suponía iba a ser tuyo. En caso de que te lo preguntes; él ya no piensa en ti. No lo voy a deja ir…nunca.
Dirty Red
Leah Smith finalmente tiene todo lo que siempre ha querido. Excepto que no lo hace. Su matrimonio se siente más como un préstamo que un compromiso de por vida, y la imagen por la que ha trabajado duramente para construir se está desgastando ante sus ojos. Con un nuevo papel y un pasado lleno de secretos, Leah debe decidir hasta dónde está dispuesta a llegar para mantener lo que se ha robado.
Sigue la adicción.
Si no te enganchaste con "La Oportunista", esta reseña puede que te tiente a darle otra chance. (Pero dudo que un ser vivo pueda resistirse al final del primer libro)
Si no leíste el PRIMER libro... ¡DETENTE!
¡STOP!
Estás avisada, en esta reseña hablo de cosas que suceden en el primero libro.
NO DEBERÍAS ESTAR LEYENDO ESTO... ¡Último aviso! Corré a leer "La oportunista" y después volvé.
HAGAMOS UN REPASO:
En el primer libro de la trilogía "Love me with lies", Olivia se reencuentra con Caleb. Su primer y único amor.
El día en que lo encontró por casualidad, decidió acercarse y se sorprendió cuando él no la reconoció.
Caleb había perdido la memoria.
Entonces Olivia decidió.
Mentir...
Mentir...
Así podría tener una segunda oportunidad con el hombre que nunca olvidó. Se volverían a conocer.
En realidad, Caleb pensó lo mismo que ella. Su amnesia también era una mentira. Tan sólo quería volver a conquistar a la mujer de su vida.
Ambos estaban buscando una nueva oportunidad.
Pero en los años que estuvieron separados, Caleb siguió su camino. Infeliz, vacío, amargo. Sin Olivia.
Y Leah era parte de ese tiempo en que su corazón anhelaba lo que no tenía.
Estaba comprometido con ella. Una mujer sin escrúpulos. Roja como la sangre y como la pasión.
Cuando Olivia vuelve a estar en la vida de Caleb, Leah decide hacer todo lo que está a su alcance para separarlos.
Caleb es suyo. Ya casi iba a ser su esposo y no iba a permitir que un amor del pasado los separara.
En el amor y en la guerra... Y Leah sabe pelear. Hasta el final.
Y al final se sintió vencedora. Caleb volvió a ella. Olivia escapó de su ataque y le entregó lo que más quería. Su hombre, su obsesión.
Ahora Caleb volvió a ella, pero ¿Podrá ser feliz teniendo lo que no le pertenece?
"La oportunista" nos contó la historia que vivió Olivia con Caleb. Supimos lo que ella sabía, lo que ella hizo, lo que desconocía y lo que descubrió o le contaron.
Ahora es el turno de Leah. La sucia Red cuenta el siguiente tramo de la historia. Con su maldad, con su obsesión y con el corazón latiendo enfermizamente por un hombre que nunca podrá ser completamente suyo. Caleb ya tiene dueña.
MIS SENSACIONES
No voy a entrar en detalles sobre el discurso, porque es el mismo que Tarryn Fisher utilizó en "La oportunista" y si estás leyendo esta página, seguro ya leíste la reseña de ese libro. (Si no es así, sos ansiosa y desobediente, porque más arriba te avisé que no debías leerla. Haceme caso, lee el primer libro antes)
Entonces, en este libro tenemos la misma historia y los mismos recursos para narrar. El mismo estilo crudo y ácido de la autora y miles de piezas de rompecabezas que nos mantienen palpitando en cada capítulo.
DROGA.
Pero como avisé en la reseña que inicia esta adicción, la cosa se pone cada vez mejor.
Pensé que iba a ser imposible disfrutar un libro donde la mala es la protagonista y sin embargo me resulto embriagador.
Leah es mala. Mala desde el principio y hasta el final.
No se convierte en santa por obra de un milagro divino, ni deja de amar a Caleb para cerrar la historia con un final que deje a todos felices.
Leah odia a Olivia.
Leah está obsesionada por Caleb. Ella desea a su esposo más que a nada en el mundo. Más que a su propia hija.
Leah es odiable.
Y sin embargo me encantó acompañarla en su camino venenoso.
LEAH...la gran peliroja de esta historia.
Fue un gran personaje.
Las actrices suelen decir que el papel de villana es el que más les permite jugar. Y acá encontramos a una protagonista que no deja cosa por hacer. Es mala... ya el infierno le tiene un lugar reservado, entonces... para qué controlarse.
Entre todas las cosas que RED decidió hacer para retener a Caleb estuvo la maternedidad. Pero en cuanto su hija nació, los celos de Leah hicieron su juego.
Caleb adoraba a esa niña y ella seguía estando un paso atrás de otra mujer.
Las batallas con su maternidad no deseada son los primeros grandes momentos de este personaje, pero el pasado entre Olivia y su esposo también sigue ahí.
Una vez más Leah debe bloquear el poder de aquel amor inagotable que existe entre su esposo y la oportunista que le amarga la existencia.
Y cuando el odio la ciega, la peliroja se vuelve sucia. Muy sucia.
Olivia y Caleb
No todo es rojo.
El "Azul aeropuerto" sigue tiñendo esta historia, aunque Leah quiera pintar todo de su color.
Olivia está casada. Caleb tiene una hija y una mujer que no ama.
Pero el amor verdadero sigue ahí, asomando en medio de la historia de Leah.
¿No es lo más gráfico del mundo?
La autora introduce en medio de la vida de la sucia peliroja, pedacitos de aquel amor que la tortura desde que conoció a su esposo.
Porque esa historia está en el centro de su vida. Esa historia es parte de Caleb. Es su alma.
Y no puede hacerla desaparecer. Ni siquiera en su propio libro.
Entonces...
En resumen,
El segundo libro de esta trilogía, pareciera no ser prometedor cuando uno lee la sinopsis y se entera que la protagonista es la mala de la película.Pero es lo más grandioso que tiene esta historia: el modo en que Tarryn Fisher une las piezas del rompecabezas.
En esta continuación, el amor de Caleb y Olivia seguirá siendo protagonista en la vida de Leah, porque si algo nunca podrá hacer es borrar la gran historia que su esposo tiene con la oportunista.
Pero además, muchas preguntas sin respuestas se resolverán. Otras quedarán en suspenso hasta el final y otras piezas del rompecabezas podrán ser vistas desde el punto de vista de Leah, una mujer obsesionada por un amor que nunca será suyo.
Con la misma cruda pluma que la autora utilizó en "La oportunista", esta parte de la historia nos seduce con una protagonista que es incorrecta en todas sus acciones y sin embargo, por momentos, uno logra empatizar con sus sentimientos y hasta la acompaña con gusto en sus bajezas.
"Dirty Red" es un libro que profundiza la historia y es un puente necesario para llegar al tercero, que se hace desear con una intensidad adictiva.
Espero que puedan devorar estas páginas con la misma gula con la que lo hice yo.